Distrito 9

Después de una experiencia en el cine no muy agradable con "Malditos bastardos", decidí volver a los pocos días a ver "Distrito 9", una película de ciencia ficción ambientada en Johannesburgo, que había recibido buenas críticas pese a contar con nombres totalmente desconocidos en sus títulos de crédito.

Lo primero que me gustó de la película es que ella misma se pregunta cómo es posible que los alienígenas lleguen a Johannesburgo y no a Manhattan, como sucede en el 95% de las películas de ciencia-ficción que vemos. Con lo grande que es el mundo, ya es casualidad que todos los OVNIS acaben en el mismo sitio... Por pura probabilidad, deberían llegar a los océanos, más concretamente, al Océano Pacífico.

La película está rodada en un tono documental que me recuerda mucho a "El jardinero fiel", también ambientada en África. Por lo poco que estuve en Sudáfrica, puedo decir que todos los escenarios son reales; Sudáfrica es así, tiene esa atmósfera, con sus suburbios y su miseria, la película no exagera nada.

Sin duda, más allá de unos efectos especiales correctos, lo más destacado de la película es su guión: resulta estremecedor ver la crueldad con la que los humanos tratan a los alienígenas y la integridad de estos. Por primera vez en mucho tiempo, los alienígenas no quieren invadirnos, simplemente quieren que les dejemos en paz y volver a su planeta. Es una película donde no hay un final feliz en el que se resuelven los problemas de todos, sino que las esperanzas de los personajes principales se van cerrando a medida que estos van tomando decisiones cada vez más desesperadas.

Resulta inevitable establecer paralelismos con la situación vivida en Sudáfrica durante décadas con el "apartheid" y aquí tampoco el ser humano queda muy bien parado. Lo que en principo empezó como una solución temporal, quizá con la mejor de las intenciones, acaba degenerando en poco tiempo en un enfrentamiento violento en el que no puede haber vencedores, únicamente víctimas.

En resumen, si hay que ir al cine, recomiendo ir antes a ver "Distrito 9" que a engordar la cuenta corriente y el ego de Quentin Tarantino, no tengo ninguna duda.