Esto es lo que significa el acrónimo REM, en inglés. Se refiere a una de las fases del sueño, durante la cual nos encontramos profundamente dormidos y los ojos, es de suponer, se mueven rápidamente. REM es también una banda de pop-rock norteamericana (de Athens, Georgia, para ser más exactos), que viene "dando guerra" desde los años ochenta. En mis años adolescentes era mi banda preferida (gracias a la influencia pérfida de mi primo Alfonso), pero no fue hasta la semana pasada que tuve la oportunidad de asistir a uno de sus conciertos.
El repertorio de canciones de REM les da para hacer un concierto de ocho horas sin muchos problemas (igualito que otras estrellas de la música actual como David Bisbal o Merche, con todos mis respetos). Por este motivo, "apenas" dos horas y media se hacen en cierto sentido cortas, dado que muchas canciones se quedan sin tocar. En mi caso, eché de menos alguna balada más. Cierto que tocaron "Strange currencies", que es una canción que pone los pelos de punta, llena de sentimiento e intensidad; pero REM tiene baladas realmente brutales ("You are the everything", "Be mine", "At my most beautiful"), que se quedaron para posteriores conciertos.
Entre sus clásicos (o himnos) únicamente faltó "Everybody hurts". Los demás, estuvieron casi todos. A "Shiny happy people" no se le esperaba porque es una canción repudiada en público por REM así que lo de tocarla en un concierto ni se lo plantean.
De todos modos, faltó algo de frescura y de juventud en el concierto. Una gira como esta es realmente agotadora y cuando uno va cumpliendo años... Y es que Madrid llegó al final de un viaje ininterrumpido por media Europa, con dos paradas cerca de Francfort, donde resido actualmente.
Hubo, además, un momento de cierta preocupación durante el concierto. Fue cuando Miguel Bosé subió al escenario en calidad de amigo de Michael Stipe (cantante de REM, para los no entendidos). Debo confesar que algo en mi interior estaba seguro de que Miguel Bosé iba a ponerse a cantar, pero supongo que se lo debió pensar mejor y acertó al quedar en un segundo plano durante el concierto.
Los dos vídeos adjuntos los grabé durante el concierto y es evidente que ponen de manifiesto dos cosas: i) he hecho bien ganándome la vida como economista porque como cantante no tendría futuro alguno, ii) necesito un móvil mejor. Desde aquí animo a desarrollar una colecta para financiarme un móvil con mejor cámara de vídeo y de fotos. Verdaderamente, escuchando estos vídeos uno sí que se cree que es el final del mundo tal y como lo hemos conocido, además de perder cualquier religión posible.
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