Friday, January 08, 2010

¿Por qué no me gusta la Navidad?

Bueno, ya han pasado las fiestas navideñas y esta vez creo que me ha sido más leve que en anteriores ocasiones. Tengo la sensación de que, quizá como consecuencia de la crisis económica, se ha hecho menos énfasis en lo navideño desde los medios de comunicación y no he acabado tan saturado como otros años. Aún así, tengo que exponer en este post las razones por las que no me gusta la Navidad.

Lo primero que no me gusta de estos días es la fiebre consumista que se genera, donde hay que regalar algo a personas que, en realidad, no nos importan tanto. De este modo, compramos cosas que no necesitamos con un dinero que no tenemos; lo que hace que, posteriormente, aparezca la "cuesta de enero" (un tópico navideño más, que trataré más adelante). Este consumismo está muy alejado del espíritu original de la festividad, que no olvidemos que es algo religioso, que la ha prostituido hasta dejarla en lo que actualmente es.

En estas fechas tan señaladas (como dice nuestro monarca), aparecen en los medios de comunicación multitud de ránkings del año, que parecen competir entre ellos por ser el más estúpido: mejor foto del año, mejor pareja del año, búsqueda más frecuente del año, mejor gol del año, mejor canción del año,... En estos ránkings, se comparan realidades que son plenamente subjetivas y que no pueden clasificarse objetivamente (cada uno tiene una foto preferida, una canción preferida, un gol preferido,...). Sin embargo, todos los años se repite la misma historia y nos sorprenden con nuevos ránkings, aún con menos sentido que los anteriores.

La proliferación de ránkings durante la Navidad podría considerarse que entra dentro de los tópicos, que es otra de las razones por las que no me gusta la Navidad. Así, por orden cronológico, tenemos la típica cena de Navidad con compañeros del trabajo con los que ni nos hablamos durante 330 días del año, la típica celebración de los agraciados en la lotería de Navidad, la típica frase de "lo importante es la salud" cuando no te ha tocado nada en la lotería de Navidad, el típico incremento de los precios del marisco y del pescado antes de la Nochebuena, las típicas inocentadas en los periódicos del día 28,... ¡¡¡Socorro!!! Podría seguir enumerando tópicos, pero solo pensar en ellos me pone de mal humor, así que me quedo en el día 28. Estoy seguro que con algunos tópicos menos, la Navidad sería más llevadera.

Y para ir terminando, otro motivo por el que no me gusta la Navidad es la enorme hipocresía que rodea los buenos deseos que se envían a los demás. En el mejor de los casos, se trata de expresiones muy pastelosas, pero totalmente vacías de contenido, que se envían a todos los contactos en el teléfono móvil o el correo electrónico, sin más. Da igual que allí se incluyan personas a las que no vemos desde hace años o que se incluyan personas que realmente nos importan: todas reciben el mismo trato y punto. En este sentido, prefiero no recibir nada a recibir algo que no tiene ni el más mínimo toque personal y que es común con tanta gente. Será que soy hijo único y requiero mucha atención, pero no puedo con ello, lo siento. Y claro, estos buenos deseos no tienen su traducción en los otros 350 días del año, en los que no se piensa tanto en el bienestar de los demás...

En fin, no me queda otra que seguir armándome de paciencia estos días, porque parece que la tendencia en los próximos años no hará sino acentuar los motivos que he expuesto aquí para que no me guste la Navidad.

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