Esta semana he tenido un viaje de trabajo a París (estuve apenas 24 horas en la capital francesa) y tengo que admitir que viajar así a París no me gusta nada. No tengo nada contra París cuando uno va de turismo o de visita, pero para ir de viaje de trabajo me parece una ciudad muy incómoda.
Lo primero que no me gusta es el precio de los hoteles. Siempre tengo la sensación de estar pagando de más, por un hotel que no merece tanto dinero. Luego hay que empezar a sumarle extras, con un desayuno básico que empieza a contar desde los 15 euros. Esta vez, eso sí, tenía un balcón en mi habitación del hotel, cerca de la Ópera (como se puede ver en la fotografía de abajo), pero la relación calidad / precio sigue sin ser la adecuada.El aeropuerto Charles de Gaulle seguramente sea el más enigmático e incómodo de toda Europa. Aún no he conseguido entender su sistema de pasillos y escaleras mecánicas, es algo que me tiene verdaderamente intrigado. Creo que en un largo pasillo, llegamos a ir por debajo de las pistas, pero tampoco pondría la mano en el fuego por ello. Además, el aeropuerto tiene la peculiaridad de que hay que esperar para coger un taxi, cuando en el resto del mundo sucede lo contrario, hay taxis esperando a recoger viajeros.
Y la mención a los taxis, me lleva al otro aspecto que me pone en tensión de París: el tráfico. Cada vez que cojo un taxi voy en verdadera tensión, por la forma de conducir de los taxistas, por lo estrechas que son las calles, por los atascos para ir y volver del aeropuerto Charles de Gaulle, porque te puede salir una moto o una bici por cualquier lado,... Es algo realmente de locos, nada que ver con Londres o con Madrid, de verdad. Y luego, claro, los taxis no son precisamente coches muy lujosos (como los Mercedes que mayoritariamente tenemos en Fráncfort). En este viaje, cogí tres taxis y fueron un Hyundai, un Peugeot y un Ford.
Entiendo que la ciudad en sí es preciosa y que se come y se vive muy bien en París, pero la dejo para visitas de placer. Los viajes de negocios me alteran mucho, la verdad.
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