Sunday, February 19, 2006

Animal de costumbres

Es curioso comprobar cómo el ser humano es un animal de costumbres más o menos fijas. A lo largo de esta entrada, que preveo breve dada mi poca inspiración, enumeraré algunos ejemplos. Allá voy.

El pasado viernes operaron a mi madre para extirparla una pequeña verruga en la espalda. No era una operación muy importante y no hubo necesidad de que ingresase en ningún hospital. Aún así, cuando volvió a casa, lo primero que hizo fue llamar a mi abuela, que murió hace año y medio, para decirla que todo había salido bien.

Esto quizá sea hereditario porque yo también he protagonizado despistes destacados. Los guardias de seguridad del Banco de España donde trabajo ya no se extrañan si en lugar de enseñarles la tarjeta de empleado cada mañana para entrar a trabajar, les enseño el Bono Transportes. Claro, si es que uno es humano, pero cuando se levanta a las seis de la mañana la humanidad es menor.

Pero aún peor es lo que he hecho algunos sábados, donde extrañado de que no suene el despertador, me he levantado a las seis y media de la mañana, listo para vestirme e ir a trabajar. Afortunadamente me suelo dar cuenta de que algo va mal antes de levantarme, pero algún que otro sábado he llegado a levantar la persiana y a vestirme. Claro, el cuerpo se acostumbra a madrugar y luego ya es difícil desacostumbrarle.

Bueno, pues esto era lo que quería contar hoy. La verdad es que ahora mismo no tengo la cabeza precisamente llena de ideas para este blog (ideas haberlas, haylas, pero no son publicables, aquí me tengo que censurar). Espero, que esta semana pueda tener algo verdaderamente interesante que contar para posteriores entradas. Únicamente añadir que, como dicen en la Jungla de Cristal III, "no guts, no glory".

No comments: