Mi amiga Gloria insiste en que hable de la gente que no paga las multas y eso hago. Pero lo hago porque quiero, no porque me lo mande ella. No entiendo el comportamiento de quien no paga las multas, conducta totalmente incívica donde las haya. Las excusas que estos morosos socialmente aceptados ponen para no pagar las multas son poco creíbles y carecen de argumentos, se suelen reducir por lo general a algunos balbuceos inconexos.
Lo que me parece el colmo es que haya empresas cuyo objeto social sea precisamente éste: no pagar las multas de sus clientes. No entiendo cómo es posible que nadie diga nada. Se trata de legalizar una conducta que no lo es, no lo olvidemos.
Esto por no hablar de la costumbre hispana de aparcar en doble fila para ir a tomarse algo al bar. Que ningún extranjero pierda un segundo de su tiempo en tratar de comprender esta costumbre y la tolerancia de nuestras fuerzas del orden; sería perder su tiempo miserablemente.
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