Tuesday, January 03, 2012

¿Cómo salimos de esto?

Ya estamos en el año 2012, que hemos empezado con un ajuste económico bestial y con cifras de paro aún crecientes (quizás la única forma de salir de la crisis sea deseando que la profecía maya, que prevé el fin del mundo para el 21 de diciembre de 2012, sea cierta). De todos modos, como parece que la cosa no puede ir peor y que, como mucho, hemos tocado fondo y nos estamos revolcando en él, veamos qué soluciones tenemos para contener la deuda y recuperar la senda del crecimiento, que es una frase muy en boga últimamente.

Para ello y aun a riesgo de simplificar la realidad demasiado, hay que acudiar a la causa primera de la crisis: la acumulación de deuda, sea por el sector público (Grecia, Italia, Portugal,...) o privado (España, Irlanda, Estados Unidos,...). En una palabra, el mundo está demasiado endeudado y va a ser difícil devolver tanta deuda.

Las soluciones en este caso parecen ser cuatro:
  1. Reducir los gastos al mínimo y tratar de apretarse el máximo el cinturón para pagar la deuda. Esta es la receta alemana y conlleva un cierto componente de castigo por el exceso de años anteriores. En cualquier caso, es una solución saludable siempre que se mantenga dentro de límites razonables y nunca llegando a lo que José Mota definía como "no comiendo ni bebiendo, voy cubriendo gastos". Pasarse con la austeridad nos puede convertir en los más saneados del cementerio.
  2. No pagar. Las consecuencias de esta decisión, que en el peor de los casos puede ser la única posible, serían muy negativas para el largo plazo: ¿quién volvería a prestar a quien no pagó las deudas hace diez años?, ¿cómo quedarían las entidades financieras?,... Hay que evitar esta solución como sea.
  3. Generar más ingresos y pagar con ellos la deuda. Esta es la solución ideal, pero parece que no es realizable, al menos en Europa. Es importante que todos nos demos cuenta de que Europa está en decadencia y que ésta no ha empezado hace dos años, sino que viene desarrollándose desde el final de la Primera Guerra Mundial. En un mundo ideal o en un escenario europeo de posguerra, esta sería la mejor solución, pero estamos muy lejos de estar en un mundo ideal o de tener otra guerra mundial en Europa.
  4. Crear inflación y reducir, en términos relativos, la deuda para hacerla más llevadera. Aquí no estoy planteando volver a tasas de inflación de dos dígitos, sino simplemente abandonar temporalmente el objetivo de inflación del 2% y convivir varios años con tasas de inflación alrededor del 5%, junto con reducciones del gasto según la primera alternativa. Por supuesto que soy consciente de que esto haría más pobres a los ciudadanos, pero es que las alternativas tampoco son mucho más halagüeñas...
Esto es, a grandes rasgos, lo que hay en Europa y, más concretamente, en España. Los años pasados de bonanza y Porsches Cayenne para todos han pasado, seguramente para no volver. A esto hay que añadir, el problema del paro; tasas de paro tan altas no se sostienen en el medio plazo, y que es la amenaza estructural más importante a la que se enfrenta España.

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