Tuesday, July 11, 2006

Los pilotos de Iberia

No lo he podido evitar, he hecho casi todo lo posible pero al final me veo obligado a escribir algo sobre este oprimido colectivo, que tantas simpatías despierta en España, empezando por mí mismo, para qué vamos a negarlo.

No puedo negar una sonrisa en mi cara cuando veo al representante sindical (de cuyo nombre no deseo acordarme) dirigirse a las oficinas de Iberia, pues veo ante mis ojos la típica estampa del sindicalista preocupado por las insostenibles condiciones laborales de sus compañeros (como el personal de tierra de Iberia, que soporta las críticas de los viajeros y no tiene culpa de nada), pero no exento, al tiempo, de un cierto talante dialogante y comprensivo, consciente de lo que puede y no puede pedir, de que los cambios llevan tiempo y de que no se puede tener todo en esta vida.

Porque, no nos engañemos, los pilotos de Iberia no lo tienen todo en esta vida. Está claro que cuentan con un salario por encima de la media (yo, como español medio, declaro que no gano 6000 euros al mes), con una jornada laboral por debajo de la media (¡viva la productividad!), con servicio de chófer a domicilio, con servicio de hoteles de cinco estrellas (cito el Sheraton de Bruselas, el Meliá Castilla de Madrid o el Mencey de Tenerife, visto con estos ojitos que Dios me ha dado), vales de compra en unos grandes almacenes,...

Pero les falta que les aseguren su salario (con una generosa subida muy por encima de la inflación) hasta los 65 años. No soy experto en temas actuariales, pero seguramente el dinero que eso precisaría llevaría a Iberia a la quiebra y a ellos, cáspita, al paro. Más allá de esto, demuestran un absoluto desprecio por la realidad social, pues sus reinvindicaciones suenan a caprichos de niño mimado que a nada serio, ahora que las ETT y las jornadas de doce horas diarias se han instalado en nuestra sociedad.

No han pensado ni por un segundo en lo privilegiado de su situación ni mucho menos en sus compañeros de empresa ni, faltaría más, en los viajeros a los que sencillamente han arruinado las vacaciones. No, su lucha sindical es noble y está por encima de todo esto. Todos saben que el sacrificio merecerá la pena y que no les ha quedado otro remedio para paliar sus deficientes condiciones laborales.

Me ha contado mi padre que a Ronald Reagan se le planteó un problema similar con una huelga de controladores aéreos. Lo solucionó militarizando las funciones de control aéreo. Es una opción, radical, pero si esta gente no reduce su presión sindical...

Por cierto, mi tarjeta Iberia Plus, por el momento, pueden metérsela por el...

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